ECONOMIA CIRCULAR

Conscientes de la necesidad de un modelo de desarrollo que conjugue la prosperidad con el respeto a los límites del planeta, la economía circular ha ido consolidándose como una estrategia prioritaria de la Unión Europea.
La presión ejercida hasta ahora por un modelo productivo lineal basado en la premisa de “extraer-fabricar-usar-tirar” ha generado consecuencias  de alcance global e impacto local como el cambio climático, la escasez de materias primas y recursos, el aumento de residuos y agentes contaminantes, o la pérdida de la biodiversidad.
En los últimos años, la circularidad se ha convertido en una clara apuesta de políticas y herramientas de financiación clave como la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el Pacto Verde Europeo, el Plan de Acción de Economía Circular de la UE 2020 o el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España. En este sentido, el turismo juega un papel clave como sector productivo y como agente tractor cuya transición circular tiene la capacidad de contagiar a otros sectores, actuando como un elemento transformador del territorio a distintos niveles. Siendo conscientes de ello, la Sociedad Mercantil Estatal para la Gestión de la Innovación y las Tecnologías Turísticas (SEGITTUR) continúa su apuesta por apoyar al sector turístico en el camino hacia la sostenibilidad
actualizando sus Manuales de Economía Circular para destinos y para pymes turísticas. El resultado obtenido se apoya en un análisis minucioso e fuentes secundarias, en la realización de más de 10 entrevistas a expertos del sector turístico y la sostenibilidad, y en una aplicación participada de la metodología propuesta en estos documentos a cuatro destinos turísticos pertenecientes a la Red de Destinos Turísticos Inteligentes (Gijón, Málaga, Mallorca y Ribera de Navarra) para evaluar barreras y oportunidades clave de los destinos y su tejido empresarial en el impulso del turismo circular. Ambos manuales pretenden ser una herramienta para definir la hoja de ruta de cara a la transformación del sector turístico hacia la circularidad.
El objetivo es orientar a los destinos y empresas turísticas bien en el desarrollo de una hoja de ruta detallada que complemente sus propios instrumentos de planificación turística sostenible, o bien en la definición de los primeros pasos a dar en este proceso de transición identificando acciones clave específicas que puedan ser abordadas con relativa facilidad.

1A Eliminar residuos desde el diseño
Muchos de los productos que utilizamos a diario, desde envases de alimentos hasta productos electrónicos, se han diseñado con la intención de ser desechables. Esto ha dado lugar a la cultura de “un solo uso”, en la que los productos se utilizan una sola vez y luego se descartan como residuos. Esta cultura ha generado enormes cantidades de residuos y
ha tenido un impacto negativo en el medio ambiente. Vemos ejemplos de ello en los muchos residuos generados por productos de un solo uso consumidos por la industria turística (como los residuos de productos envasados en monodosis en el desayuno, o el uso de botellines de agua en lugar de agua en jarras o botellas reutilizables).
Sin embargo, la toma de decisiones en la fase de diseño es clave para minimizar el impacto ambiental de los productos y servicios. De hecho, las decisiones tomadas durante la etapa de diseño pueden llegar a determinar más del 80% del impacto ambiental de un producto o servicio. Por lo tanto, el ecodiseño es una metodología importante que busca diseñar productos y servicios con un menor impacto ambiental en todas las etapas del proceso de diseño y desarrollo.
El ecodiseño tiene en cuenta los impactos ambientales del producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida completo, desde la extracción de materias primas hasta la eliminación del producto al final de su vida útil. Esto incluye factores como la eficiencia en el uso de materiales, la durabilidad del producto, la facilidad de reparación, la energía necesaria
para fabricar y usar el producto, y la caPacidad de reciclaje y disposición final. El objetivo final es crear productos y servicios que tengan el menor impacto ambiental posible. Si bien este principio es un gran reto para
aquellas empresas dedicadas al diseño de productos, el sector turístico tiene la responsabilidad (y la oportunidad) de consumir y ofrecer a sus clientes productos que incluyan criterios de ecodiseño y que minimicen los residuos. Por ejemplo, una empresa turística puede incluir cláusulas de compra y contratación verdes con sus proveedores para fomentar
los productos ecodiseñados, y de este modo adquirir productos como mobiliario y textiles que incluyan criterios ambientales como la durabilidad y reparabilidad, la multifuncionalidad y el fácil mantenimiento.

2 B Mantener los productos y materiales en uso
La idea de mantener los productos y materiales en uso es un principio clave de la economía circular, que busca minimizar el desperdicio y maximizar el uso de los recursos naturales. Este enfoque contrasta con el modelo lineal tradicional, que se basa en la extracción de recursos,  la producción, el consumo y la eliminación de residuos. Este principio,
en el fondo, no es más que aplicar el sentido común para aprovechar al máximo nuestros recursos y activos, sin desperdiciar nada. Por lo tanto,  su aplicación puede tener mucho sentido en cualquier destino turístico y
empresa del sector: aprovechar al máximo las infraestructuras (optimizar el uso de espacios, equipamientos e infraestructuras infrautilizadas) y evitar el despilfarro de recursos (ahorro energético, reducir en consumo
de agua, aprovechar al máximo los productos textiles y los muebles, o reducir el desperdicio alimentario).
En la economía circular, se promueve la prevención, la reutilización, el reciclaje y la renovación de productos y materiales para mantenerlos en circulación el mayor tiempo posible y reducir su impacto ambiental.
Esto implica diseñar productos y procesos de producción de manera que permitan la recuperación y reutilización de materiales, y fomentar prácticas como la reparación y el intercambio de productos usados

3c. Regenerar los sistemas naturales
Tradicionalmente, hemos utilizado los recursos naturales de manera indiscriminada y desde una perspectiva lineal de extracción-produccióneliminación, lo que ha generado consecuencias graves para los sistemas naturales y la biodiversidad. En contraste, la economía circular busca utilizar los recursos de manera más inteligente y responsable, con el objetivo de regenerar los sistemas naturales a través de la devolución de materiales y nutrientes. Para lograr esto, es necesario implementar prácticas de gestión de residuos más eficientes y efectivas, fomentar la utilización de fuentes de energía renovable o la producción de alimentos sostenibles.
Algunos ejemplos de estas prácticas son: la incorporación de productos procedentes de cultivos ecológicos en los menús y cartas de un restaurante, la reutilización de residuos orgánicos como compost para el huerto propio de un alojamiento rural, o los programas de reforestación y restauración de ecosistemas o de conservación de la biodiversidad que lleva a cabo un espacio natural protegido.